Un día en Isla mujeres

Uno de los paseos que teníamos marcados como obligatorios, desde antes de partir de Buenos Aires, era pasar un día en Isla Mujeres.

Salimos bien temprano y desandamos los 110 km de ruta que separan nuestra casita de Cancún. Recorrimos la zona hotelera de punta a punta y nos trajo muchos recuerdos de algunas áreas de Miami. Tanto de día como a la noche, cuando volvimos del paseo en sentido contrario.

Llegamos a Puerto Juárez y dejamos el auto en la terminal de Ultramar, la línea de ferry con sus inconfundibles barcos amarillos, que te cruzan hasta Isla Mujeres por $140 mexicanos ida y vuelta.

El viaje se puede hacer dentro del barco o en la cubierta, al aire libre. Nosotros elegimos esta ultima opción para poder disfrutar del sol y las vistas. Y durante todo el recorrido tuvimos la compañía de una banda tocando música en vivo.

Una vez desembarcados en la isla, lo primero que hicimos fue alquilar un carrito de golf eléctrico ($500 por todo el día) para poder recorrerla completa, más cómodos que en un scooter, con lugar para llevar la mochila y además con techito para protegernos del sol.

A bordo de nuestro pequeño autito, visitamos toda la costa este de la Isla, desde el puerto hasta el extremo Sur, dónde se encuentran el mirador y las ruinas.

Alquilar carrito de golf isla mujeres

Paseo y descanso al sol

Y después de un rato, comenzamos la búsqueda de un lugar donde relajarnos y aprovechar el sol. Con mucha fortuna, encontramos un club de playa llamado “museo del Capitán Dulché

Resultó ser el lugar perfecto para pasar un día en Isla Mujeres. Una pequeña playita entre dos muelles de madera, el agua transparente y una infraestructura sorprendente.

Un restaurante gigantesco, con un deck aún más grande que el restaurante, con mesitas en la terraza y una barra de bar construida con la forma de un barco.

Además, los camareros te atendían directamente en las reposeras bajo la palapa. Los tragos llegaban directamente hasta la arena.

Tomamos mucho sol mientras veíamos, a lo lejos, como los edificios de enfrente (el skyline de Cancún) iban desapareciendo alternativamente detrás de nubes negras y cortinas de lluvia.

Almorzamos y disfrutamos de la playa y el mar prácticamente en soledad hasta la mitad de la tarde.

Y antes de abandonar este club de playa aprovechamos para usar los vestuarios completísimos. Nos bañamos y nos cambiamos de ropa antes de volver a bordo de nuestro carrito eléctrico.

Completamos la vuelta a la isla mujeres, por el lado contrario, recorriendo toda la costa oeste y llegamos a la tienda de Joaquín rent-a-golf para devolver el vehículo en tiempo y forma.

Todavía teníamos unos minutos de sobra, que usamos para dar un paseo por las calles comerciales del centro de la Isla y hacer algunas compras de recuerdos.

Cuando nos dimos cuenta de la hora, tuvimos que volver corriendo hasta el puerto, dónde está la terminal de Ultramar, para subirnos al ferry de las 17 horas. El último que sale de la isla de regreso hacia Cancún.

Sole un día en Isla Mujeres

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