Las ruinas de Coba

Volvió el mal tiempo pero al menos sin lluvias. Una mañana completamente nublada nos convenció de qué era el día indicado para ir a conocer las ruinas de coba.

Son 44 km de ruta desde el centro de Tulum. Así que tuvimos que cargar nafta nuevamente. El pequeño Chevy Matiz, con el aire acondicionado prendido, consume gasolina como un dinosaurio.

Nota: El precio de la nafta cuesta $9,5 por litro, de promedio, en casi todas las estaciones de servicio.

Al llegar descubrimos que las ruinas de Coba son mucho más grandes y más naturales que las de Tulum. Están mantenidas con una menor intervención humana, son menos turísticas y me dio la impresión que estas ruinas eran más reales y no tan comerciales.

Inmersas en la naturaleza

Según lo que pudimos averiguar, el nombre de estas ruinas vienen de algunas inscripciones jeroglíficas encontradas en estelas y paneles del sitio.

Estas inscripciones indican que Cobá fue el nombre original de la ciudad. Uno de los posibles significados y el más plausible, dada su cercanía a las lagunas, es el de “agua picada”.

Constan de varios bloques y en cada uno de ellos se encuentran distintos grupos de edificios. Cada bloque está unido por los caminos de piedras blancas, que conectaban cada ciudad Maya, y que se consideraban las rutas comerciales de esa época.

Es muy impresionante ver esas construcciones, tan bien mantenidas y en un ámbito tan pintoresco, porque están metidas en el medio de la selva y rodeadas de vegetación.

Los senderos entre cada bloque son bastante largos, por lo que es recomendable alquilar las bicicletas junto a la entrada, para poder recorrerlas mas cómodamente. Lamentablemente, esto lo descubrimos una vez dentro.

También es recomendable contratar un guía para que te cuente la historia y funcionamiento de cada edificio. Se ofrecen en el acceso a la zona arqueológica de las ruinas de Coba, por un precio de $50.

Lo más llamativo, para mí, fue ver la Gran pirámide junto a las dos canchas de pelota y un gran calendario Maya completamente recuperado.

Es una visita muy interesante y que vale la pena hacer si estas con tiempo.

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